Castillo de Pliego

El Castillo de Pliego se construyó en un espigón rocoso que domina visualmente la cuenca del río Pliego por encima del poblado de La Mota, y del incipiente núcleo de la villa de Pliego. La fortaleza, construida a finales del siglo XII, garantizaba por su emplazamiento la observación o vigía, por ser paso natural del valle de Mula con Lorca-Totana, y sirvió como refugio de los pobladores de la zona. En el Trazado de la fortificación se aprovecharon con habilidad las condiciones naturales para la defensa ya que se asienta en un relieve de acusadas pendientes y abruptos tajos.

Está estructurado desde su construcción en dos partes diferenciadas: la fortaleza propiamente dicha en lo más alto y un recinto amurallado junto a esta, semicerrado y sin viviendas, que servía para refugio de la población en caso de peligro. El conjunto defensivo fue levantado en una sola fase, como se aprecia en la homogeneidad de su estructura. D otada de seis torres en los flancos y una mayor adosada a la muralla, fue descrita, según Francisco de León en 1468, del siguiente modo: “de catorze tapias en alto y es maçizal fasta las seys, e tiene sobrados tres de aposentamiento y ençima el techo de madera y terrado” ,.

Torre del Castillo de Pliego

La fortaleza tiene forma triangular. Los muros se apoyan en siete torres de mediana y pequeña envergadura y una torre de grandes proporciones que guarda la entrada principal. Dentro de sus muros tenía un conjunto de edificios para servicio del alcaide y demás personal del castillo, una casa de servicio, una mazmorra y otra casa por donde pasaba una corriente de agua.

La Torre principal constituye la obra más importante. Se estructura en tres partes: la mitad inferior es maciza; el cuerpo central tiene dos plantas separadas por un piso de travesaños de madera; y la parte superior está cubierta con un terrado coronado de almenas. La segunda planta servía de aposento y en sus muros se abrieron vanos para iluminarla. El acceso a la torre se hacía directamente al cuerpo central desde el exterior, por una escalera que se podía retirar fácilmente desde el interior.

Conforme a lo estipulado en el Tratado de Alcaraz (1243) pasó a manos castellanas, controlando la población mudéjar de La Mota en el valle del río Pliego, que tras la conquista cristiana pasa a ocupar la parte más elevada. A principios del siglo XIV pasó a ser un enclave militar de la Orden de Santiago, bajo el control de un alcaide. A principios del siglo XVI la fortaleza fue abandonada y cayó en desuso.

Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Actualmente se conserva la zona amurallada, un aljibe y la torre del Homenaje. Recientemente se ha restaurado con acceso pavimentado